Nota:
Por cuestiones de privacidad y anonimato, los nombres y algunos detalles
personales de los casos y relatos expuestos han sido modificados.
Linda
- quemaduras severas
Conocí
a Linda en mi grupo de meditación seis meses después de
haber superado su accidente. Estaba cocinando cuando tropezó con
una freidora llena de aceite hirviendo y fue ingresada en urgencias con
quemaduras de segundo y tercer grado en el 30% de su cuerpo.
Mediante
sesiones diarias de Reiki tanto directamente en el hospital como a distancia,
Linda complementó el tratamiento médico que recibía.
Las sesiones de Reiki aliviaban el dolor constante que sentía y
aceleraron el proceso de cicatrización de sus heridas.
Después
de un mes, los mismos especialistas del hospital expresaron su asombro
a la rapidez de la mejora de Linda, sobre todo en como se cicatrizaban
las quemaduras. Cuando hablé con Linda, me comentó que no
creía que hubiera podido soportar el dolor si no fuera por las
sesiones de Reiki que recibió.
Desgraciadamente,
quedaron secuelas permanentes en forma de cicatrices (aunque según
los especialistas que la trataron, menos de lo normal), pero ella me comentó
que sus continuadas sesiones de Reiki le habían ayudado a aceptar
psicológicamente sus heridas y sentirse en paz consigo misma.

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