Nota:
Por cuestiones de privacidad y anonimato, los nombres y algunos detalles
personales de los casos y relatos expuestos han sido modificados.
Conchi
67 años,
Jubilada
Acudió a
mi consulta después de haber sido diagnosticada Fibromialgia en 1996.
Padecía de los dolores típicos de esta patología, acompañado por una depresión
y cansancio debido a su incapacidad de dormir a causa de los dolores.
A continuación
detallo el tratamiento que recibió a lo largo de cuatro sesiones.
Primera
sesión:
Al terminar la sesión, notó un alivio inmediato en el cuello y la zona
lumbar, así como una reducción de rigidez en las rodillas. Durante la
semana siguiente, comentó que se sentía con más ánimo y mayor fuerzas
para llevar a cabo su día a día. Los efectos de la sesión se prolongaron
durante dos días, pudiendo ella dormir de forma interrumpida por la primera
vez desde 1996.
Segunda
sesión:
Experimentó lo que denominamos una "liberación energética" profunda en
la zona de los lumbares (chakra sacral) que ella misma notó, aunque no
supo describir la experiencia al carecer del lenguaje y conocimiento de
una terapia energética. Dijo que sentía que "algo" fluía de su barriga
y espalda por las piernas, "como un líquido o algo parecido". Los efectos
de la sesión se prolongaron durante 4 días, pudiendo ella llevar una vida
más o menos normal sin dolores importantes.
Tercera
sesión:
Hubo una mejora notable en la rigidez y "carga" energética de las rodillas,
posiblemente como una continuación de la liberación de la sesión anterior.
También se trabajó las articulaciones de los dedos, brazos y hombros.
Durante la semana siguiente, experimentó lo que denominamos una "crisis
de sanación" donde cayó su estado anímico y se incrementaron los dolores
a niveles mayores que antes del tratamiento. Esto ocurrió el día antes
de su siguiente tratamiento.
Cuarta
sesión:
Se liberó la energía soltada durante la crisis y el paciente declaró que
no se acordaba la última vez que se había sentido tan llena de energía
y libre de dolor. Le sugerí que podía, si deseaba, descontinuar su tratamiento,
para volver sólo en el caso que volvieran los síntomas.
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